La Iglesia católica ha recibido muchas críticas a lo prolongado de su historia, desde dentro como desde fuera de ella. Las críticas se dividen principalmente en dos grupos: las que se refieren a aspectos doctrinales, y las que censuran el comportamiento (Efectivo o supuesto) de los católicos en su conjunto o en porcentajes de cierta relevancia (sea que vivan de acuerdo con las doctrina de la Iglesia, sea que actúen en contra de las mismas).
Aunque en algunos grandes principios pueda sobrevenir algún consenso de opinión sobre lo que es bueno y lo que es malo, inclusive Ganadorí, es inasequible conseguir un acuerdo en la aplicación de esos principios a hechos concretos. En asuntos de importancia ejercicio tales como son, por ejemplo, las cuestiones de la propiedad privada, el casamiento, y la arbitrio, las opiniones más divergentes son defendidas por pensadores de gran capacidad. En medio de todos estos cuestionamientos, la voz inequívoca de la Iglesia da confianza a sus hijos de estar siguiendo el camino correcto, y de no haberse extraviado por alguna especiosa falacia. Los diversos modos en que la Iglesia ejercita este don, y las prerrogativas de la Santa Sede respecto a la infalibilidad, se discuten en el artículo infalibilidad.
Órdenes religiosas de derecho diocesano: dependen del prelado de la diócesis en la que han sido reconocidas.
La contribución de los Estados al sostenimiento económico de la Iglesia católica es diferente en cada caso. En algunos países como España, Italia, Portugal o Hungría el Estado no financia directamente las actividades religiosas de la Iglesia, sino que los ciudadanos pueden designar detraer un porcentaje de sus impuestos para esta causa.
La jurisdicción interna es la que se ejerce en el tribunal de la penitencia. Difiere de la jurisdicción externa de la que hemos estado hablando en que su objeto es el bienestar del penitente individual, mientras que el objeto de la jurisdicción externa es el bienestar de la Iglesia como un organismo colectivo. Para ejercitar esa jurisdicción interna, el poder de órdenes es una condición esencial: nadie sino un sacerdote puede exculpar. Pero el poder de órdenes es por sí solo insuficiente.
La doctrina de la indefectibilidad de la Iglesia ahora analizada nos colocará en situación de estimar, en su verdadero valía, la pretensión de la Iglesia Anglicana y de las organizaciones episcopales en los demás países de deje inglesa de ser continuadores de la antigua Iglesia de Inglaterra previa a la Reforma, en el sentido de formar parte de una y la misma sociedad. Lo que hay que determinar aquí es qué constituye una ruptura de continuidad en lo que respecta a una sociedad. Se puede proponer seguramente que la continuidad de una sociedad se rompe cuando se introduce un cambio radical en los principios que encarna. En el caso de una Iglesia, un cambio tal en su constitución jerárquica y en la Certeza que profesa puntada para hacerla una Iglesia diferente de la que era antaño.
La Iglesia sola dispensa los Sacramentos; sólo ella hace conocer la candil de la verdad revelada. Fuera de la Iglesia no pueden obtenerse estos dones. De todo esto no junto a más que una conclusión: La unión con la Iglesia no es meramente individuo de los diversos medios por el que puede obtenerse la salvación: es el único medio.
Cuando hay inclinación no dejas a Cristo desaseado con los brazos abiertos por que te pidió que hicieras ciertas cosas: te das por completo aceptando las normas y condiciones.
Hay veces en que apreciamos más un detalle que nos brinda un desconocido, que el gran regalo que nos tiene Cristo; y hasta lo dejamos a un flanco con el moño puesto.
En sinceridad a veces se dice que los formularios oficiales del anglicanismo son susceptibles de un sentido católico, si se les da una interpretación “no natural”. Este argumento, sin bloqueo, no puede tener fuerza. Al estimar el carácter de una sociedad, debemos juzgarla, no por el sentido restringido que algunos individuos puedan dar a sus regulaciones, sino por el sentido que estas pretendían tener. Magistratura por este criterio, nadie puede discutir que estas innovaciones constituyeron un cambio fundamental en la posición dogmática de la Iglesia de Inglaterra. Universalidad de la Iglesia
La Iglesia católica considera que tiene encomendada la misión de elaborar, impartir y propagar la enseñanza cristiana, Triunfadorí como la de cuidar de la Mecanismo de los fieles. Debe también disponer la Agudeza de los sacramentos a sus fieles por medio del Tarea de sus sacerdotes.
El representante permanente de la Santa Sede delante la ONU, Silvano Tomasi compareció ante el Comité contra la tortura e informó durante diez abriles se investigaron 3420 casos de abusos a menores de antigüedad, dando como resultado que se apartaran de su cargo a 884 sacerdotes.[149]
Este dilatado proceso albarca de los siglos V al XI. Buena parte de estas misiones, Figuraí como el trabajo de recristianizar los territorios del antiguo iglesia en la comuna del bosque Imperio romano de Oeste, fue posible gracias a los monasterios, sobre todo a los benedictinos.
El rechazo de la autoridad papal por causas de independencia política y económica y el rechazo de Martín Lutero al hecho de que se cobrara patrimonio por las indulgencias, provocó el surgimiento del protestantismo en 1517.